5.3.08

Naufrago

bajo la llovizna de tres días, fina como la seda

la ventana esta cerrada y alguien dice que tus ojos no tienen dueño.
camina sobre el techo descalzo y en cueros. el frío le eriza la piel y su cuerpo tan delgado de hambre y camino se contrae unos segundos.
sigue moviendo adoquines sobre el techo. las manos desnudas reubican la chapa y se incorpora a mirar.
otra ráfaga de viento. desde adentro se escucha el chapotear de los pasos. vuelve a mirar y vuelve a mover. cíclico retomar. hace media hora ya que esta sobre el techo. sigue mirando, sigue moviendo. sus manos no se quejan ya. sigue intentando pero sabe que no importa cuanto las mueva, adentro seguirá haciendo agua.

y no, mis ojos no tienen dueño y hoy llueve, como hace tres días, como mañana, solo tengo las palabras.


a el no le sirven demasiado.