14.4.09

Ellos


Llegaron como llegan casi todos los que llegan, a horas raras, porque si, hay días en los que las horas son raras.

Eran varios, eran cinco, eran muchos.

Se instalaron primero en la calle, cerca del cartel, como disimulando que llegaban, como mirando barcos de papel en el agua del cordón.

Pasaron los días y se llevaron el cartel y barrieron la vereda.

Me preguntaron si habían pasado algo para la peste, yo no se, pero la chapa esta agrietada y hay una rueda de bicicleta sobre el techo.

Pero la calle se ve rara y los bártulos amontonados tienen colores brillantes.

Van unos meses ya, varios, y puedo verlos todavía, solo hay que saber mirar, esperar las horas raras.

Parecen gente, les juro.


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